El cuatro de copas señala un cierre de año marcado por introspección y descontento con lo familiar. Quizás sientas que algunas oportunidades han pasado sin ser aprovechadas, pero recuerda que el cierre de ciclos también invita a reconectar con lo esencial y abrir los ojos a lo que aún está por llegar.
Con la reina de espadas invertida, este fin de año puede llevarte a confrontar pensamientos críticos o malentendidos que necesitas dejar atrás. Es un momento para reflexionar sobre la comunicación y despejar cualquier resentimiento o dureza que hayas acumulado en el año.
El Ermitaño llega como el guía perfecto para esta transición. Su luz te invita a aprovechar la energía introspectiva de este día para mirar hacia dentro y trazar un propósito claro para el nuevo ciclo que comienza. Este fin de año no se trata de grandes celebraciones, sino de un momento de claridad interna, dejando espacio para la renovación en los próximos días.
Permítete soltar lo que no necesitas y avanzar hacia un año lleno de intención y sabiduría.
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