El general de las huestes celestiales, “¿Quién como dios?“, dice el empleado del mes, el que hace y da todo de si, a cambio de nada más que la compasión de su dueño.

Miguel, el esclavo perfecto: Siempre fuerte, siempre rubio y obediente, viviendo gratis bajo el techo de su padre, pero sin incentivos ni mérito.
El poderoso General de las huestes del cielo, ¡manga de burros! liderados por el burro de las orejas más largas.
Miguel, matando hermosas fieras de la selva en nombre del progreso.
Miguel, el símbolo de la soberbia humana. El señor de los dogmas, destruyendo lo que no entiende.
Miguel, el patrono y protector de La Niña, La Pinta y la Santa María. En tu nombre se exterminaron civilizaciones y se perdieron ramas del arbol de la vida completas… Gracias a ti hay un mercado donde se trafican el hambre, la masacre y la miseria de toda la vida en el planeta.

Miguel el gran banquero, el abogado de Israel, ¿en qué moneda te deben los hombres? Las cosechas se secan y la tierra entera está en bancarrota, no hay cómo pagar tal deuda y tus valores en el cielo son insolventes.
Hermanos de corazón negro, nuestro destino es ganar la guerra santa y traer la luz de regreso a este imperio de tinieblas y mentiras.

V.